La oposición en finales de peón 

 En los finales de Rey y peón contra Rey, el dominio de la oposición —un principio geométrico fundamental— determina si el peón puede coronar o si el defensor logra frenar su avance, logrando el empate. La oposición ocurre cuando los reyes se enfrentan directamente con un número impar de casillas de separación (1, 3 o 5), y el jugador que no tiene el turno (es decir, el que tiene la oposición) gana ventaja posicional consiguiendo mayor espacio y casillas clave. El bando con el peón (atacante) busca llevar su rey delante del peón para escoltarlo hasta la promoción, mientras que el defensor intenta bloquear el avance manteniendo la oposición o forzando al rey rival a ceder espacio. Por ejemplo, si el rey blanco está en e5 y el negro en e7 (con el turno a las blancas), las negras tienen la oposición directa: las blancas no pueden avanzar su rey a e6 y deben mantenerse moviendo sobre la fila 5 o retroceder, perdiendo su oportunidad. En estos casos, el atacante debe recurrir a maniobras de triangulación o esperar errores del defensor. 

 Además de la oposición directa, existen otros tipos como la oposición diagonal y la distante, aplicables en estructuras más complejas. La clave está en calcular quién se verá obligado a apartarse primero, permitiendo al rival avanzar o infiltrarse. Este principio no solo decide finales básicos, sino que también es la base para entender finales de peones de mayor complejidad y la técnica de los cuadrados críticos.

Veamos un pequeño ejemplo sobre el tablero: